Lectura recomendada
 

El

regreso

del

hijo

pr�digo

Meditaciones

ante un

cuadro de

Rembrandt

 

Henri J.M. Nouwen

 

 

 

 


 

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El autor, un sacerdote nacido en los Pa�ses Bajos, nos introduce en una profunda reflexi�n sobre la par�bola del Hijo Pr�digo. Su meditaci�n surge al contemplar detenidamente y al estudiar con dedicaci�n el cuadro del pintor del siglo XVII, Rembrandt. Las primeras palabras de la obra nos introducen en el clima que impregnar� todo el libro: "Un encuentro aparentemente insignificante con un cartel representando un detalle de El Regreso del Hijo Pr�digo de Rembrandt hizo que comenzara una larga aventura espiritual que me llevar�a a entender mejor mi vocaci�n y a obtener una nueva fuerza para vivirla. Los protagonistas de esta aventura son un cuadro del s. XVII   y su autor, una par�bola del s. I y su autor, y un hombre del s. XX en busca del significado de su vida.". A partir de ese momento no dejar� de buscar antecedentes del cuadro que le permiten profundizar en torno a las im�genes del hijo menor, del padre y del hijo mayor descritos por Jes�s en la par�bola y representados por el pintor citado. Esta aventura, como �l la llama, lo lleva a concluir que la obra era "un cuadro que conten�a no s�lo lo esencial de la historia que Dios quer�a que contara a los dem�s, sino tambi�n lo que yo mismo quer�a contar a los hombres y mujeres de Dios. En �l est� todo el evangelio. En �l est� toda mi vida y la de mis amigos. Este cuadro se ha convertido en una misteriosa ventana a trav�s de la cual puedo poner un pie en el Reino de Dios".

Comentario: Claudio Jorquera Aceituno

Abril, 1999. A�o del Padre

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